Cuantas veces hemos
deseado borrar un día, un instante, un momento, hasta un año de nuestras vidas
a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria.
Cuantas veces no
deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo, recuperar lo que se fue o
dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Algunos simplemente no esperan
nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el
tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adiós. Si deseáramos
en algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo a la
frase "comezar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos? serían como
aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se
extrañan.