viernes, 5 de octubre de 2012

ANA Y LOS 7


Intento olvidarte, hacer como que no existes, pero... NO PUEDO. 

LOS PROTEGIDOS


Lo siento, eres lo único que tengo, no voy a dejar que te quedes así. 

LOS PROTEGIDOS



A veces la vida nos deja fríos e intenta alejarnos de casa, pero si sigues pensando en los tuyos, mantener vivo el calor del hogar es aún posible. Tienes que mirar a los ojos del otro cuando tiene miedo para darle tranquilidad. Tienes que tragar saliva y pelear, aunque te pase factura... 
Porque ningún precio es demasiado alto si consigues lo que más te importa en la vida.
Tienes que esforzarte y salir adelante sin rendirte. Aunque haya gente que no entienda tu lucha e intente a toda costa que no avances.
Si haces todas estas cosas, tu hogar siempre seguirá vivo. Porque un hogar no son unos cuantos metros cuadrados, ni unas bonitas vistas, ni los felpudos de bienvenida. Un hogar son los lazos invisibles que nos unen a nuestra gente, y eso, aunque lo intenten, no lo puede destruir nadie.


LOS PROTEGIDOS


Un hogar es ese sitio con techo y paredes que te resguardan cada día del sol y la lluvia. Es ese sillón desde donde en invierno sientes el calor de la chimenea, y en verano la brisa fresca que entra por la ventana. Un hogar es esa escalera en la que siempre tropiezas con una sonrisa, o esos pasillos donde los juguetes tienen vida propia. 
Pero un hogar es mucho más que un puñado de habitaciones. Son los momentos que vives en ellas. Cuando tu hijo tiene miedo y le ayudas a dormir leyéndole un cuento; O cuando una niña que está sola en el mundo, te dibuja como parte de su propia familia. Y no hace falta tener lazos de sangre para crear un hogar, cuando menos te lo esperas, todos estos momentos crean los lazos, invisibles, pero indestructibles, como cuidar con cariño los unos de los otros, ayudar a quien lo necesita sin pedir nada a cambio o apoyarse siempre los unos a los otros. Juntos, unidos como un equipo. 
En los buenos momentos, y en los malos. Porque hasta en los peores momentos, esos lazos, te dan fuerzas para seguir adelante, para apretar los dientes y aguantar. Para pensar que si sales de esta, podrás volver al hogar...


LOS PROTEGIDOS


Culebra: A ver Chispitas, que sé que piensas que soy un imbécil, y bueno la verdad es que ahora mismo me siento bastante idiota. Y vale que nos hemos dicho cosas chungas, que somos diferentes, y nos peleamos, y a veces no nos aguantamos, pero en el fondo, ¿sabes lo que pasa? Que me cuesta mucho decirte que conocerte, encontrarme contigo, me cambió la vida, y, ¿sabes lo que me cuesta aún más decirte? que me la cambió para mejor vaya. Yo siempre había estado solo, nunca había tenido a nadie, y pensaba que me iba a quedar así para siempre, pero ahora no. ¿Sabes que me cuesta aún más decirte? Qué esa cosa que te pasa. Lo de los calambres ya sabes, ¡que me da igual! ¡me da igual! ¡quiero estar a tu lado! aunque no pueda tocarte en la vida, yo quiero seguir ahí a tu lado de riña, no sabiendo decirte las cosas, sacándote de quicio, toda una vida! solo si tu quieres.