Recuerda: Ser DIFERENTE
no significa ser RARO.
jueves, 27 de septiembre de 2012
SOLEDAD
¿Quién no se ha
sentido sol@ alguna vez? Muchas veces, estás rodeado de muchas personas, pero
te sientes sólo... Otras veces eres tú el/la que necesita estarlo. Porque no es
que te quieras marginar, es que simplemente te gusta estar un rato sólo, con la
tranquilidad en la que tú sol@ puedes estar. Otras veces, necesitas a alguien,
para contarle tus problemas, lo que te está pasando... Pero te giras, miras a
tu alrededor y no encuentras a nadie. Somos muy complicados, unos días somos
las mejores personas del mundo y otros días damos asco la verdad. Somos
inaguantables y esto es así. Como he leído muchas veces, la vida no está hecha
para comprenderla sino para vivirla, porque es así; la vida es incomprensible.
Es incomprensible la manera en la que nos complicamos la vida, somos humanos y
cometemos miles de errores. Es tan difícil comprender como actuamos y entender
como actúan los demás en determinadas situaciones. E intentas comprender porque
actúas así, pero simplemente actúas así, porque tu eres así. Lo mejor que
puedes hacer es intentar comprenderte, porque si no nadie lo hará.
Y vuelvo a una
pregunta... ¿Por qué nos sentimos solos? Nos hemos sentido tantas veces solos
preguntándonos el por qué... Nadie se ha preguntado ¿Por qué a mí? ¿Por qué
estoy sólo? ¿Te has parado a pensar que a lo mejor es tu culpa? ¿Te has parado
a reflexionar porque te sientes así? Muchas veces hacemos cosas de las que nos
arrepentimos, pero no somos capaces de pedir perdón. Si esa palabra que es tan
difícil de pronunciar... Y sí.... Lo hacemos por nuestro ORGULLO. Ese ORGULLO
que poca gente es capaz de guardarse y pedir perdón, porque te has equivocado
pero tienes que ser capaz de pedir PERDÓN. Porque todo el mundo comete, cometió
y cometerá errores. Y por eso muchas veces nos sentimos solos por los errores.
Otras veces, no es nuestra culpa estamos solos y lo que tenemos que hacer es
aceptarlo e intentar cambiarlo, pero primero aceptarlo.
lunes, 24 de septiembre de 2012
Débiles
Supongo que todos
somos débiles en algún momento de la vida, siempre nos caemos y creemos que
tenemos las fuerzas necesarias para levantarnos. Somos débiles
cuando no podemos enfrentar los miedos y preferimos no verlos, cegarnos y hacer
como si no nos afectasen. Somos débiles
cuando no hacemos lo que sentimos, cuando no sentimos con el corazón. Somos débiles
cuando creemos que nunca alcanza con lo que se tiene, cuando se cree que nunca
se llega a la cima, cuando ya no hay más por escalar. Somos débiles cuando nos
duele el dolor y nos pueden los problemas. Somos débiles cuando nos dejamos
vencer una y otra vez por las mismas paredes, caer con las mismas piedras y
chocar con los mismos recuerdos. Somos débiles cuando vivimos de algo que no
existe, de algo que pasó, del pasado. Somos débiles cuando amamos, cuando nos
entregamos, cuando damos todo por una persona, nos quedamos sin nada. Es como
sentirse vacío y lleno a la vez. Somos débiles cuando no probamos cosas nuevas,
cuando nos quedamos con lo que tenemos porque nos da miedo un mundo nuevo.
Somos débiles cuando no miramos a los ojos y nos perdemos en el asfalto, cuando
lloramos a escondidas, cuando sufrimos sin que nadie sepa por qué. Somos
débiles cuando dejamos lo de hoy para mañana porque creemos que hoy no se puede
y nos engañamos creyendo que mañana se podrá. Somos débiles cuando nos
enamoramos, cuando se pierde, cuando se deja, cuando se tiene, cuando nos
vamos. Somos débiles en las despedidas.
Somos débiles porque todavía nos cuesta vivir
con el dolor a cuestas, porque hay heridas que no sanan y el tiempo a veces no
parece transcurrir. Somos débiles acompañados, dependiendo de alguien, viviendo
por alguien. Somos débiles cuando decidimos que aquello por lo que lo dejaremos
todo, realmente vale la pena…
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