El tiempo ha pasado, sin motivos las cosas cambian. Te haces mayor, ves las cosas de forma diferente y las cosas que antes eran tan importantes ahora no les ves ninguna importancia.
Muchas veces nos preguntamos el porqué cambiamos, cambiamos sin darnos cuenta, dejamos de ser lo que éramos para mejorar o eso pensamos. Con el tiempo te das cuenta que vamos dejando de lado cosas con las que antes necesitabas vivir y ahora no les prestas atención, ni te interesan.
Un gran ejemplo sería nuestra infancia, querida infancia. En ella, teníamos millones de juguetes y queríamos estar siempre con ellos, jugando, tirándolos, compartiéndolos con amigos... Eramos felices y ahora qué nos queda... Todos esos juguetes fueron donados, tirados o están guardados en el trastero de tu casa y ni te acuerdas de ellos.
¿Nunca habéis tenido la sensación de qué el tiempo pasa demasiado rápido? Cuando eras un niño no eras consciente de las cosas, vivías para jugar, comer, dormir y ser feliz... Pero el tiempo pasa rápido y todo eso se acaba, cuando llegas a la adolescencia, empiezas a darte cuenta de las cosas y te das cuenta de lo mucho que echas de menos esta etapa de tu vida y que ahora las cosas han cambiado. Tienes que empezar a tomar decisiones, empiezas a darte cuenta de lo que ocurre a tu alrededor y que lo que puedas hacer puede afectar a tu alrededor.
Las cosas cambian quieras o no.
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